El sistema educativo viene padeciendo las políticas educativas de las distintas gestiones: implementación de proyectos educativos que quedan por la mitad, obras edilicias que son urgentes para el regular funcionamiento que no se llevan a cabo o que se hacen a medias, licencias injustificadas que vulneran el derecho a la salud, salarios por debajo de los índices inflacionarios, entre otros.

Los problemas que se suscitaron con la justificación de licencias no garantizó un mejor sistema sino por el contrario, arrasó por sobre la importancia de transitar una enfermedad dignamente. Tras esta implementación, surge un nuevo sistema a aplicar por el GCBA, la huella dactilar en los instituciones educativas para la digitalización del presentismo, sistema que traerá las mismas consecuencias. Sistemas sobre los que se invierte que no colaboran al hacer diario de la tarea docente.

Los establecimientos educativos no necesitan innovaciones costosas, necesitan condiciones salariales y edilicias que les permitan llevar a cabo el acto pedagógico. La digitalización de las tareas administrativas es necesaria para invertir el tiempo en trabajo pedagógico pero no con cambios constantes que no permiten al docente llegar a acostumbrarse a un sistema que ya aparece otro.

Insistimos y exigimos al Ministerio de Educación que prioricen la voz de las/os profesionales de la educación, que reclaman día a día por condiciones laborales y salariales por sobre toda innovación tecnológica venidera.